¡Sí al visitante!
- Juan David Lozano @JDLACISF22
- 8 ago 2016
- 2 Min. de lectura

La campaña "Sí al visitante" busca recuperar la convivencia entre diferentes hinchadas, dentro de los estadios del
fútbol colombiano.
En Colombia se quiere que la hinchada visitante vuelva y consigo el carnaval, las caravanas de fanáticos en buses adjunto a los coloridos trapos y colores distintivos.
Cerca de 29 de las barras organizadas, se reunieron y decidieron ejecutar una campaña con una frase y propósito contundente: "sí al visitante" que fue pintada en un trapo y mostrada en las diferentes canchas del país, se vio en Barranquilla; Cali; Medellín; Bogotá; Tunja; Ibagué y otras ciudades. Se acordaron algunos puntos para generar convivencia y erradicar los actos negativos, violentos y xenófobos tanto del local como del visitante.

No todo es color de rosa, las autoridades correspondientes se arriesgaron, pero algunos delincuentes aprovecharon la ocasión para llamar la atención y de nuevo, pisotear al fútbol y a su institución. Hay 2 ejemplos claros, Millonarios en Manizales (robaron, dañaron, rayaron y apuñalaron) y Nacional en el clásico paisa, donde un grupo de desadaptados disfrazados con la del verde intentaron robar un trapo al Medellin.
Durante el primer clásico paisa con la presencia de hinchada visitante,
se presentaron varios actos de violencia, generados por unos pocos.
Tenga en cuenta que bajo un líder no puede ser recogida toda una banda de más de 3000 humanos, que se pueden acordar miles de puntos para promover la convivencia, hermandad y la gente en el estadio, pero siempre habrán gamines xenófobos o fascistas (sin que lo dimensionen) que atacarán al fútbol, entonces ¿que medidas tomar al respecto? Más allá de la salida fácil, que seria decir: "acaben con todos esos criminales, para la cárcel y listo" es importante tener en cuenta que son una víctima más de las drogas, la violencia y las conductas que han penetrado al fútbol colombiano en los últimos 30 años. Son en su mayoría adolescentes que encuentran en una lateral la escapatoria del oscuro mundo que los rodea, hallan allí diversión y "amistades", junto a un estilo de vida. Hacer la fácil con toda esta gente supone hacinamiento en las cárceles y algo aún peor, que es cultivar en una persona todo lo negativo y nefasto posible, en la cárcel no se convierte a la gente exactamente mansas palomas, allí se vive en un ambiente lleno de odio y tristeza que afecta brutalmente a cada preso, ambiente que educa a seguir delinquiendo y salir al mundo a pasar por encima del otro, es algo así como la universidad del criminal.
Hay que jugársela por la rehabilitación social, ha servido, se han reducido drásticamente los actos violentos del fútbol y ya solo quedan pequeños grupos, no es sólo un problema del fútbol, es un inconveniente social, que supone la intervención de toda la comunidad para luchar por la paz y la cohesión social en el contexto, porque de allí surgen todas las formas de crimen y discriminación, es desde allí entonces desde donde se deben combatir las mismas. Es un proceso y cada quién debe estar dispuesto a apoyarlo, así, algún día toda una fanaticada podrá viajar a otra ciudad sin ningún inconveniente y no habrá nada que oscurezca el "sí al visitante".
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