No cuenta

Ya está, tomé la decisión de saltarme este semestre de fútbol colombiano, de ahora en adelante, el 2016 - II no existió nunca dentro de mi memoria. Y es que para nadie es un secreto que nuestra liga local carece de muchas cosas; infraestructura, asistencia a los estadios, nivel arbitral, organización general, y muchos más items de la larga lista de deseos que cada amante del fútbol criollo hace cada semestre. Pero lo que nunca faltaba, o casi nunca, era nivel futbolístico puro, sin adornos ni maquillaje, fútbol en su más escencial sentido de la palabra, no importaba que ocurriese, siempre un equipo, por lo menos, nos regalaba algo para recordar, lo que fuera, un estilo, un jugador, un técnico, cualquier cosa, pero de que algo quedaba, quedaba. Luego, estoy seguro que este semestre será la excepción y no pasa nada, en lo absoluto, simplemente no lo voy a tomar en cuenta, no lo guardaré en mi (muy mala) "memoria futbolera".

Lo que pasó, a mi entender, nace de una serie de condiciones y situaciones de los grandes equipos a nivel institucional, que lastimosamente coincidieron en un espacio de tiempo similar y producen lo que hoy vemos fecha a fecha: nada.

Veamos, por un lado Nacional, campeón de América en el primer semestre, parece haberse secado tras la inverosímil actuación los primeros 6 meses del año calendario (¿y quién no?), por lo que pienso que Reinaldo, las directivas y los jugadores, estarán enfocado el total de sus energías en lo que será diciembre y su participación en el Mundial de Clubes.

Junior por su parte, en una pataleta más de Don Fuad, echó cínicamente a Alexis Mendoza, quien tenía un proyecto consolidado, jugadores en un alto nivel y simplemente una cuestión de tiempo restante para consolidar con títulos, un proyecto deportivo que tenía contentos a todos en Barranquilla; Giovanni Hernández llegó al Metro con la misión de reparar los platos rotos por el señor Char y como era de esperarse, demuestra su corta experiencia en los banquillos partido tras partido, hoy Junior está fuera de los 8 y en la arenosa, nadie sabe que pasará con el equipo de sus amores.

En Cali, al contrario, el cambio de técnico ya era necesario y a la llegada de Yepes se sumaron grandes inversiones por parte de la directiva, con jugadores experimentados pero de talla, y que a priori prometían mucho, pero para sorpresa de la mayoría, parece que Mario Alberto no dio la talla y creo que en diciembre partirá.

Ya en la capital, el panorama no cambia de a mucho, en Santa Fe por ejemplo, Costas llegó como el tercer técnico en el 2016 para el León, pero eso sí y a diferencia de sus antecesores, con el apoyo unánime de la hinchada. Todo indicaba que el campeón de la Sudamericana volvería a ser el de antes, atacando y aprovechando los grandes talentos jóvenes con los que cuenta, pues no, ni lo uno ni lo otro, ya que a estas alturas no se ha descifrado que cara tendrá Santa Fe en este nuevo ciclo y eso sí, se sigue insistiendo en la participación del cada día menos 10, Omar Pérez (Ojalá se despida en diciembre).

Por el lado de Millos...Bueno, como siempre.

Quizás el Medellín se perfila como único candidato al título y la verdad sigue sin entusiasmarme la idea de juego de Leonel, pero a este paso es el único equipo que está compitiendo bajo un contexto "normal" sin ninguna situación que salga de los parámetros del guión clásico de cualquier torneo.

A la final, hasta mejor tomar una pausa de la Liga Aguila durante lo que queda del año, pues, hay varios temas de mayor importancia y que rebosaran la información consumida por los colombianos en los próximos meses. Con la Selección por ejemplo, es básico salir bien parados de los próximos 4 partidos en las Eliminatorias, éste año sabremos qué tan cerca está Rusia. Además, el 2 de Octubre se cambiará el rumbo de la historia de la nación, y qué mejor que descansar de la liga local y prepararnos para el primer torneo de fútbol de una Colombia en PAZ.